Sanación mental, corporal y espiritual: Cuando el espiritismo se enfrenta a la ciencia


Por Raúl Quintana Selleras

El principal dilema filosófico se centra en determinar la siguiente interrogante: ¿cuál es la fuerza primaria y primordial del Universo, física o espiritual? Ambos conceptos dividieron a la humanidad entre materialistas (seguidores de Epicuro, Lucrecio y otros) e idealistas (seguidores de Jesús, Gautama, Platón, por ejemplo).Según los materialistas, el cuerpo humano es una mezcla muy compleja de sustancias químicas y procesos mentales, por lo tanto, necesitamos medicamentos y terapia para superar enfermedades, como constituye el discurso médico y dialéctico de la psiquiatría.Los idealistas, por otro lado, creen que nuestro cuerpo físico es simplemente una cubierta para nuestra mente, un estado temporal o camino necesario para alcanzar un nivel superior de existencia. Los cristianos, por ejemplo, aceptan la curación espiritual, la cual se lleva a cabo a través de la fe del creyente y la intervención de la gracia de Dios:

“Él respondió: Si tienes una fe tan pequeña como una semilla de mostaza, puedes decirle a esta morera: Desarraigada y plantada en el mar, y te obedecerá” (Lucas 17: 6).

Además, se puede encontrar una gran influencia que favorece la curación física sobre la naturaleza eterna atribuida al alma.Si nuestra mente es trascendente, entonces debería ser lo suficientemente poderosa como para sanar nuestro cuerpo físico. Lew Smith, en el libro Walking through Walls, utilizó tanto el poder de la mente como la energía psíquica asistida por espíritus útiles para diagnosticar, tratar y curar el cáncer, los tumores y muchos otros problemas físicos [2]. Los científicos, sin embargo, intentan comprender qué mecanismos utiliza nuestro cuerpo y cómo interactúan las estructuras corporales para determinar, incluso, hasta cierto nivel, nuestro propio comportamiento. La medicina y la psicología son dos disciplinas científicas importantes que han sido de gran ayuda para la humanidad y han ignorado en gran medida las afirmaciones sobrenaturales y los fenómenos etéreos, desplazándolos por completo al terrero de la superstición y la ignorancia.

Además, es extremadamente importante determinar cómo se interrelacionan nuestra mente-alma y nuestro cuerpo. Durante la época medieval, la batalla estaba resuelta, nuestra alma determinaba nuestra forma de ser: nuestro cuerpo era simplemente el instrumento que usaba nuestra mente para expresarse.Con la llegada del Renacimiento, uno de los primeros filósofos materialistas que influyeron en la historia de la filosofía, autor del Leviatán, Thomas Hobbes, había dicho en su tratadoque el cuerpo del ser humano era una máquina, terminando por concluir que el hombre funciona como un artefacto. Todo esto contribuyó a incorporar las dos realidades durante la historia del pensamiento occidental, tanto la dimensión física como ideal, hasta la llegada de las primeras publicaciones de los psicólogos modernos que han descubierto, recientemente, cómo nuestro comportamiento está determinado principalmente por la herencia y nuestra interacción con el medio ambiente. Entonces, ¿puede nuestra mente curar nuestro cuerpo? En nuestra opinión, depende de la naturaleza del problema, sus orígenes y realidades propias. Por ejemplo, se dice que podemos superar la depresión con una “cura hablada” (sugerida por Freud), pero los defectos físicos requieren cirugía, medicamentos y fisioterapia, así que el tratamiento ideal consistiría en una aplicación terapéutica que se adapta a la condición y naturaleza del paciente, sin tratar de intervenir por la fuerza con métodos que no se adapten a las realidades enfrentadas.

En resumen, la curación espiritual fue nuestro primer intento de medicina. En el mismo sentido, la astrología fue nuestro primer intento de astronomía.Sin embargo, la NASA no confía en el Zodíaco para lanzar un cohete, mientras que una persona enferma no debe confiar en un curandero para tratar su enfermedad, por lo que creemos firmemente que la mente es absolutamente poderosa, pero las ilusiones no harán que la enfermedad desaparezca, sólo lograrás perder tu valioso tiempo.

Trabajos citados

            [1] Multiple Authors, (2011). The Bible – New International Version. Retrieved from http://www.BibleGateway.com/passage/?search=Luke+17%3A6&version=NIV.

[2] Smith, P. (2008). Walking Through Walls. New York: Atria Books.

Raúl Quintana Selleras (Cuba, 1984). Tiene una Licenciatura en Estudios Religiosos de la Universidad Internacional de la Florida, así como una Maestría en Sistemas de Información de la Universidad de Texas en Arlington y un Doctorado en Gerencia de la Ingeniería por la Universidad George Washington (2020). Fue el ganador del premio Limaclara Internacional de Ensayo (Buenos Aires, Argentina, 2017) y del XXIX Premio de Ensayo Becerro de Bengoa (Vitoria‐Gasteiz, España, 2018), por fragmentos de la obra «Filosofía fragmentada». Entre sus publicaciones se pueden encontrar poesías, cuentos, ensayos y artículos académicos.

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